Básicamente: el hormigón hecho en planta es de mejor calidad y más homogéneo que el hecho en obra. Por eso cada vez es más raro hacer hormigón en obra. La planta de hormigón tiene capacidad para dosificar perfectamente (y no a ojo como se haría en obra), seleccionar el tamaño de grava, cantidad de agua, añadir los aditivos que crea conveniente y encima darte certificados de cada lote...
Pensad también que lo que quiere el paleta y lo que quiere el arquitecto no tienen porque coincidir.
Los jefes de obra y directores siempre andan a gritos para que no se añada agua al hormigón: Para el paleta es mucho más fácil porque el hormigón fluye más y llena mejor. Pero la resistencia disminuye.Y en obras muy grandes directamente se construye una planta de fabricación junto a la obra.
